Audiovisual
Los recintos destinados a servicios de radio, televisión, doblaje, etc., precisan de una acústica interior casi perfecta. Es en este tipo de locales, cuando descubrimos una clara armonía entre nuestros materiales para conseguir el efecto deseado: Aislamiento y acondicionamiento acústico.
Emisoras de Radio
Los estudios de radio precisan de un aislamiento
perfecto para la difusión por las ondas
Aislamiento acústico
Los principios básicos del aislamiento son aplicados en el local a tratar y estudiados de forma adaptada al lugar propio de instalación.
En el suelo se realizan tratamientos aislantes de ruido y vibraciones que evitarán la transmisión y perturbación de baja frecuencia.
En las paredes se realizará el tratamiento que permita reproducir niveles elevados sin causar molestias a locales colindantes, pertenecientes o no, a la misma instalación.
en el techo se realizarán los tratamientos que permitan evitar molestias al piso superior. el techo suele ser aislante acústico y amortiguante de vibraciones de forma que, al igual que en el suelo, no se produzcan transmisiones indeseables.
Acondicionamiento acústico
Se estudio la necesidad de tratamiento de las bajas frecuencias. Su corrección se realiza mediante trampas de baja frecuencia, difusores y resonadores acústicos. Es la parte más compleja de la instalación y deberá ser considerada en la fase de optimización de la superficie disponible.
El tratamiento de medias frecuencias es particularmente necesario en este tipo de locales pues coincide completamente con la banda frecuencial de reproducción de la voz humana.
Existen diferentes tipos de posibilidades de mejora en la acústica de la sala y su aplicación dependerá tanto del grado de fidelidad requerido como de la estética del recinto.
Por último, las altas frecuencias deberán ser tratadas de forma general en toda la sala, de forma que la respuesta de la misma, sea coherente con el resto de bandas de medias y bajas frecuencias.
Platós de TV
Del tratamiento acústico dependerá el sonido y la imagen captada por las cámaras
Para proyectar un plató de televisión hay que tener en cuenta dos variables. Por un lado, el aislamiento del entorno, es decir, evitar interferencias de ruido del exterior. Por otro, la respuesta acústica que tendrá el estudio, esto es, la calidad del sonido que se alcanzará una vez realizados los tratamientos de absorción.
La captación lo más fiel posible, de los diálogos y otras fuentes sonoras, como el público, o los pasos o golpes en una producción de ficción, preocupa cada día más.
Y es lógico, ya que mientras hace unos años el televisor apenas tenia altavoz mono, hoy son muchas las emisiones que se realizan en estéreo y en el caso de plataformas digitales, en Dolby Surround y 5.1, siendo recibidas en los hogares del espectador en equipos estéreo o home-cinema.
Insonorización: aislamiento y acondicionamiento
Aunque con una ecualización adecuada y el uso de terminados filtros hoy en día es posible eliminar molestas interferencias, reverberaciones o ecos, lo adecuado es conseguir acondicionar un estudio mediante un tratamiento acústico que, de forma correcta, facilite bastante las cosas a los ingenieros de sonido.
Hay que tener en cuenta el aislamiento del entorno y la respuesta acústica
La acústica de un estudio debe ser uniforme, o, si se requiere, con respuesta específica dependiendo de las zonas determinadas (gradas, público, etc...). La reverberación debe ser baja, aunque es bueno que exista un mínimo por aquello de la naturalidad. El sonido será directo, bien balanceado, con reflexiones a bajo nivel uniformemente difusas.
El uso de materiales absorbentes y aislantes es importante para obtener los parámetros deseados.
Un completo estudio previo al tratamiento acústico, y posterior a las actuaciones tomadas, debe analizar el nivel de transmisión de ruido aéreo, impacto y vibraciones, así como medir el aislamiento y acondicionamiento acústico, la calidad y, por último, el análisis espectral y temporal de cada tipo de ruido.
Estudios de grabación
No todas las soluciones responden
por igual según el tipo de sala a tratar...
Estudios de doblaje y grabación, salas de repicado, laboratorios de audio y salas para "demos" de audio-video, "bucs" de ensayos, escuelas de música, Dolby Premier Studio, salas Dolby® 5.1, salas THX, , suelen precisar de un primer estudio básico de necesidades.
Una característica de este tipo de salas es que nunca de presentan dos casos iguales. En algunos casos es necesario adaptarse al espacio disponible y en otros, redimensionar la sala en función de las necesidades.
Aislamiento acústico
Algunas soluciones pueden parecer iguales pero no todas responden por igual según el tipo de sala, pues las dimensiones de la misma afectan al estándar de pre-producción. Los niveles de ruido emitidos no deben propagarse al exterior y tampoco deberá existir transmisión de ruido del exterior para evitar que se desvirtúe o perturbe el mensaje emitido.
No suelen presentarse problemas de baja frecuencia en este tipo de salas aunque se evalúa si merece la pena su tratamiento.
Salas polivalentes
Una buena o mala acústica influye sobre
el sonido que llega al receptor
Las salas destinadas a conciertos, recitales, conferencias, teatros, proyecciones y otros actos públicos, se caracterizan por una geometría características diseñada para ofrecer las mejores condiciones acústicas de visibilidad y audición, homogéneas para todo el público presente.
Cada sala dispondrá de distintos grados de reverberación y reflexión, dependiendo de su finalidad (salas para conciertos o cines, etc.)
Visibilidad y audición homogéneas
Se trata de diseñar una instalación para obtener un buen rendimiento, tanto a nivel de aislamiento como acondicionamiento acústicos.
La calidad acústica de un recinto, no sólo depende del tiempo de reverberación, sino también del tamaño y geometría del mismo, así como de la posición del material que absorbe el sonido, y de la situación de la fuente sonora y de la audiencia.
Mediante la medida de los tiempos de reverberación en recintos que se consideran con buenas condiciones acústicas, se puede obtener una relación del tiempo óptimo de reverberación con el volumen del recinto, para cada utilización particular del mismo.